



Como camarógrafo y director de fotografía en el visualizer Mi Baby Llama, mi misión fue transformar la música en imágenes. Desde la iluminación hasta el encuadre, cada detalle fue pensado para transmitir la energía y el sentimiento de la canción. Me encanta jugar con la luz, los ángulos y el movimiento para contar historias visuales que conecten con la audiencia. Este proyecto fue una oportunidad increíble para fusionar creatividad y técnica, logrando una atmósfera única en cada toma.